Descripción
Un día normal nos sumerge en la intimidad de un ser híbrido entre humano e insecto. Sus alas rotas y desgastadas son el testimonio silencioso de una existencia luchada, una salud que se desvanece como polvo al viento. La habitación oscura es su santuario y prisión, pero un solitario rayo de luz irrumpe como un faro de esperanza, revelando la escena con claridad melancólica. En la pared, el retrato de una mariposa resplandeciente evoca recuerdos de días más gloriosos, un contraste agudo con la realidad presente del ser. Es un recordatorio de que incluso en la oscuridad, la luz del pasado puede brillar y guiar hacia un futuro incierto pero posible.