Descripción
En esta obra se encuentra sentada una mujer indígena en una pradera, rodeada de un paisaje sereno y vasto. Sus manos están ocupadas con una madeja de pelaje de alpaca, hábilmente entretejiendo las fibras suaves y cálidas en formas etéreas que parecen evocar nubes. La luz del sol, suave, ilumina su rostro concentrado, resaltando los rasgos serenos de la mujer. Su postura revela una conexión profunda con la naturaleza, mientras que el acto de tejer sugiere un poder creativo que trasciende lo mundano.
Las nubes tejidas parecen cobrar vida, flotando en el lienzo con una sensación de ligereza y movimiento. Esta obra invita al espectador a reflexionar sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza, así como sobre el poder transformador del arte para crear belleza a partir de materiales simples y cotidianos.