Descripción
Esta obra aborda el tema del maltrato animal en circos, invirtiendo los roles habituales de entretenimiento. En el centro de la composición se encuentra un hombre gordo, vestido con un tutú rosado, quien está entreteniendo a una familia de osos pardos. Los animales aparecen, con expresiones de felicidad y entretenimiento, contrastando con la figura grotesca y fuera de lugar del hombre en el escenario circense. En la parte derecha de la obra, una mano humana emerge entre los barrotes de una jaula, mostrando señales de sangre y desesperación.
La obra critica la explotación y el sufrimiento de los animales en circos y espectáculos, cuestionando la ética detrás del entretenimiento a costa del bienestar animal. Al invertir los roles tradicionales, la pintura busca generar conciencia sobre la crueldad inherentemente injusta de usar a los animales como objetos de entretenimiento.